Desde un punto de vista estético, basándonos en el concepto de estetización del escalofrío (concepto de Francine Fourmeaux), exploraremos nuestra identidad gravitatoria. Así, PERDRE EL CAP es una investigación sobre los orígenes, lo ancestral, aquello que nos arrela a la tierra y nos da la fuerza para elevarnos. Una melena habitada por un ser mitológico, una simbiosis entre la animalidad y la sensualidad. Se trata de un proyecto de trabajo en equipo entre diferentes creadoras y técnicos, construido en varias capas, una creación atravesada por varios niveles.
Es coreógrafa, bailarina y gestora cultural. En 1985, junto con Maria Muñoz, crearon el grupo profesional de danza contemporánea La Dux, y en 1988 fundó su propia compañía con el espectáculo "Ocho". Durante casi 20 años vivió y trabajó en Barcelona, donde participó en numerosos proyectos tanto como intérprete, como por ejemplo con Mark Tompkins o Tomàs Aragay, como creadora, junto con Juan Márquez o con Jordà Farré. Desde el año 2000 tiene su base en Mallorca, donde ha desarrollado su carrera coreográfica y un interés hacia aspectos socialmente transformadores de las artes escénicas. Destaca su proyecto "Las Muchas" y "Las Muchísimas", donde trabaja con personas mayores no profesionales. También ha impulsado y gestiona el Centro de Creación EiMa en Maria de la Salut y ha dado vida a La Impossible, un pequeño centro de formación de las artes del cuerpo en Palma, donde también ejerce como pedagoga.