Este proyecto explora una creación escénica interdisciplinaria que combina música, movimiento, luz y materiales visuales en un diálogo constante. Partiendo de un impulso visual y plástico, la propuesta se centra en el imaginario del cuerpo y las formas redondas, con la figura del «tentetieso» como eje central: un cuerpo que se balancea, rueda y nunca cae. Se construirá un «tentetieso» a tamaño real y se incorporarán elementos como bolas, objetos redondos y un retroproyector para crear efectos de luz, sombra y movimiento no lineal.
La música, concebida como un personaje más, interactúa con otros dos cuerpos: el material y el lumínico, estableciendo un diálogo en un mismo plano. El sonido del metrónomo constante contrasta con los ritmos desacompasados de bolas que rebotean y caen, generando una experiencia sonora única. Esta investigación propone un universo donde todo es curvatura, equilibrio y transformación, con cuerpos que se desdibujan, formas aparentemente imposibles y una atmósfera de luces, sombras y vapor que invitan a la contemplación.