Estoy diseñando un itinerario práctico de baños de bosque como potenciador de los procesos creativos. El prototipo está siendo desarrollado en el espacio de creación Azala, situado en la población de Lasierra, en el sur del Páis Vasco, donde confluye la vertiente geobotánica atlántica y mediterránea. En Azala las y los artistas pasan entre una y dos semanas de residencia trabajando en sus respectivos procesos de creación. La propuesta consiste en una invitación a sumergirse en los bosques circundantes a través de unos recorridos singulares y un programa diario pautado, a través del cual las artistas residentes potencien la idea de “receptividad”, “la capacidad de escucha” de lo que ofrece el propio lugar. ¿Qué pasa si a la par que observamos el bosque permitimos que sea el bosque el que nos observe? Un baño de bosque es una inmersión sensorial en la naturaleza. Se trata de reconectar con ese bosque del que formamos parte, puesto que nosotros/as también somos naturaleza. Durante la residencia en EiMa, además de continuar trabajando en el diseño, me gustaría compartir esta propuesta con las personas interesadas, así como conocer los bosques y árboles de la isla.